El Viaje en Bicicleta

El Viaje en Bicicleta


Hoy me he levantado, he visto que es un nuevo día, que es un nuevo día para vivir y aprovechar, para sonreír y reír. He decidido viajar en bicicicleta.

He salido y tomado mi bicicleta favorita, me he ido sin decir palabra. Porque no hay palabras que puedan decir toda la alegría que siento, porque dejo todo atrás, todo aquello que me atormenta, todo aquello que me va matando.

Porque salgo del círculo. No sé si volveré, mucho menos sé a dónde iré y eso me pone más feliz. 

Probablemente dejaré todo atrás y haré como que nunca fue, nunca existió. Recorreré las enormes carreteras, el viento azotara mi rostro mientras voy a toda velocidad, disfrutando del aire puro y de la libertad.

Pedalearé bajo los rayos de sol, mientras amanece y mientras se acerca la anochecida, mirando el cielo mezcla de anaranjado y azul, salpicado de estrellas o completamente despejado...

 

BoosterBlog.

<a href="http://www.boosterblog.es" target="_blank"><img src="http://www.boosterblog.es/css/glacial/boosterblog-es-logo.gif" width="200" height="80" alt="Publicidad por tu blog con Boosterblog" /></a>

Pensamientos [1]

«Hay que disfrutar la vida, pero sobre todo la juventud, mientras puedas, porque esta no es eterna y habrá un día en el que mirarás hacia atrás y te darás cuenta de que sólo habrás existido en vano, sin haber alcanzado el único fin del ser humano: la felicidad. Puedes ir recolectando pequeños pedazos de esa felicidad cada día, riendo todos y cada uno de los días del año entero, que sonrisas espontáneas se dibujen en tu rostro al ver un nuevo amanecer, mirar al cielo inifinito y salpicado de estrellas y deleitarte por su perfección, basta con dejar de seguir a los demás, quitarte la careta y salir de la rutina para aventurarte en un viaje sin fin y destino. El gran viaje de la vida...»

• Saliendo a Mirar el Amanecer •

Saliendo a Mirar el Amanecer


Hoy me he levantado temprano, como de costumbre. No puedo dormir más, o mejor, no quiero no dormir más. La casa está silenciosa, pacífica y hermosa, la calle también y eso me agrada, la mayoría de las personas se encuentran durmiendo. 

Sólo puedo escuchar el ruido del cantar de los pájaros mientras salgo de la casa. Quiero subir a la azotea, mis pies desnudos van por las escaleras metálicas hasta llegar al piso áspero y plano. Voy hasta el borde, quiero observar como siempre el Amanecer.

Épico. Quiero enamorarme del cielo en su estado y color anaranjado suave, puedo observar esa enorme bola de amarillo y naranja intenso que emerge del horizonte. Quiero observarla por siempre. Quiero quedarme viendo el cielo, tan pacífico, entre el azul y el anaranjado tranquilo, anunciando un nuevo día.

No quiero irme jamás, quiero perderme entre el infinito, olvidarme de todo lo demás y llegar hasta el horizonte, porque quiero ver el sol lo más cerca posible. En ese momento me dan las estúpidas gnas de volar, de irme muy lejos y nunca regresar.Ser libre, por fin.

Sonrío, anhelando una fantasía que probablemente nunca cumpliré. Me quedó el rato mirando el amanecer, hasta que ese cielo con un tenúe anaranjado desaparece. La tranquilidad desaparece.


• En medio de la multitud y sola •

En medio de la multitud y sola

Estoy en medio de la multitud. Personas hablando, riendo, y unas pocas quizá discutiendo. Estoy callada, no hago ni digo nada, sólo permanezco estática. Miro a mi alrededor como hago de costumbre. Estoy sola. De nuevo.

A mí alrededor hay tantas personas, tantas personas ajenas a mí, personas que me ignoran, que me ven pero en realidad no ven. Porque es como si no estuviese allí. Personas que jamás hablan conmigo ni que hablarán nunca. 
Personas que me rodearán durante un año entero y de las que nunca conoceré su nombre. Probablemente ellas tampoco el mío. 

Es horrible, horrible ver como hablan, como sonríen y ríen entre ellos, mientras yo sola en un rincón. Sola, dentro de mi mente, imaginando mi mundo utópico mientras mi oportunidad de conocerlos se va pasando más y más.

Haré como que no están, como que no existen, como que están lejos de mi realidad. Sé que ellas harán lo mismo, como siempre suele suceder. Quiero conocerlas, pero a la vez no quiero hacerlo. Mientras tanto seguiré en este rincón, cargando con mi soledad, con mis años de penas y de amarguras.

Deseando ser parte de ellas, estar allí, riendo con ellas. Hablar... A veces deseando estar con ellas y a veces deseando que simplemente desaparezcan. ¿Qué será?

Porque es tan horrible estar rodeado de toda esa amistad, todas esas personas, y tú estar en medio, solo, sin nadie con quien hablar. Con quien reír.


•Hablo de mi actitud anti-social. Es más o menos así como me siento en el colegio. Es horrible, pero soy demasiado cobarde. 



• En Medio de la Lluvia •

En Medio de la Lluvia

Aquella chica de pie en medio de la lluvia. Los brazos caídos a los costados, cuan muñeca rota que es, y las piernas abiertas con dejadez. Cabizbaja por alguna razón. Nadie puede ver su rostro. Nadie puede verla.

Ella está allí parada, en medio de la lluvia, en medio de la multitud de gente. Con aquellas zapatillas rojas de tacón, las medias negras y transparentes rayadas y la falda azul claro por encima de las rodillas. La blusa holgada y el bolso negro en el hombro. Seguramente antes hubiese parecido toda una hermosura.

Nadie la nota. Nadie la ve. Y tampoco nadie intenta hacerlo.

Mirando hacia abajo ella se encuentra. Con el maquillaje negro corrido alrededor de los ojos dándole un aspecto deplorable y el cabello castaño y liso empapado pegado al rostro. Nadie la ve. Nadie la nota. Nadie quiere hacerlo.

Ella de pie en medio de la multitud y sintiéndose tan sola. Tan vacía y tan lejos de allí. Las personas que van, pasan y vienen, apresuradas, metidas en sus asuntos insignificantes, en sus propios y patéticos pensamientos sobre el tiempo. No tenían tiempo ni interés por preocuparse por ella.

Ella simplemente está parada allí, sigue mirando el suelo, probablemente mirando las gotas gruesas de lluvia estrellarse contra el concreto. Tal vez no dejará de hacerlo hasta que deje de llover.

Los paraguas se hacen notar, tamaños, colores, formas, de todo hay. Unas cuantas personas con una estúpida curiosidad le dan un rápida y apática mirada bajo el refugio de sus paraguas. Pero apenas y es mirada.

Ella sigue allí parada, la lluvia cae a su alrededor, sus ropas escupen agua y el maquillaje sigue corriéndose.

Y nadie nota que está llorando. Ella no quiere levantar la cabeza.

Aquellos Sueños Nómadas...

He decidido mejor crearme un blog específicamente para mis sueños, pensamientos y fantasías. Aquellos sueños nómadas que vienen y van, pero que en realidad siempre están presentes en mí, en mi mente, en aquel mundo perfecto y utópico que he creado. 

Pienso compartirlo aquí, relatar todo aquello que imagino y que deseo intensamente. Sé que los sueños sólo son sueños, y a pesar de que me gustaría que fueran reales y que haría todo lo posible para que lo fueran, sé que es imposible. Sólo basta con mirar el mundo horrible y cruel en el que he nacido. Aquel mundo podrido en el que vago y estoy sin estar en realidad.

Por ahora sólo basta con imaginar, anhelar, soñar que tengo esa vida, esa vida pacífica, llena de aventuras, de misterios, de cosas por conocer. En donde el aire puede ser el mismo, el amanecer de todos los días y el anochecer infinito de siempre, sin embargo en aquel lugar que es mi mente me levanto con el pensamiento de que viviré algo diferente, conoceré algo nuevo, algo nunca antes visto, sacaré una nueva y espontánea sonrisa mientras mi corazón se alimenta de felicidad. Y eso nunca acabará. Seré libre y viviré, viajando por todo el mundo y recorriéndolo en un viaje sin fin.

No sé si alguien leerá esto, pero para mí ya es suficiente liberar y plasmar en la hermosura de las palabras todos aquellos sueños que mueren por salir y liberarse en algún lado.
Samanta.